jueves, 29 de septiembre de 2016

Realidad virtual, nuestra mente.

Finalmente he decidido a atreverme a escribir abiertamente sobre temas de espiritualidad, o al menos la idea que yo concibo. Puedo estar "bien" o "mal" en lo que opino, simplemente hablaré de lo que observo, de lo que concluyo de lo que encuentro por aquí y por allá, lo que según mi intuición tiene sentido. A quién guste leerme le pido que no me de la "razón" por el contrario, que cuestione y analice todo lo que pienso y obtenga la verdad que mejor le acomode en su vida.
Quiero hablar sobre eso que llamamos "realidad", lo que yo nombro mi mundo virtual, el que yo misma creo con mis pensamientos. Cada persona y cada detalle de mi vida que no se da por "coincidencia", sino que mi mente lo crea por la necesidad de un aprendizaje, para hacer conciencia, para que evolucione el alma.
Creo que antes de nacer en este planeta tierra, elegí un plan, del cuál por un tiempo me olvidé, al sumergirme en este mundo que no ha hecho más que confundir quién soy. Cada vez que renacemos, tenemos un nuevo guión que se acopla a lo que necesitamos, nosotros elegimos nuestra historia, elegimos a nuestros padres, hermanos, el lugar donde vamos a nacer, cada uno tiene un papel muy importante en nuestra vida, sus personalidades son diseñadas para enseñarnos lecciones. Los budistas llaman "samsara" a ese ciclo de reencarnación en el que estaremos hasta no descubrir la verdad, o como dicen ellos, alcanzar la iluminación.
Se que nuestros ancestros tenían la sabiduría y comprendían de todos estos temas que lamentablemente, nuestras memorias han perdido. Pero sé también que en 2012 tal y como los mayas predijeron comenzó una nueva era, lo que los egipcios llamaban la "era de horus" o "la era de Acuario" que trae consigo lo que los católicos llaman "la apocalipsis" que no significa otra cosa que "retirar el velo", lo interpreto como el encuentro con nuestra verdad. Ya sé, ya sé que nos dijeron que la astrología es charlatanería y los ateos dejarán de leerme al instante porque esos temas están peleados con la ciencia, sin embargo he descubierto que no es así, que la espiritualidad y la ciencia como dice Carl Sagan, van de la mano. Lo más bello de todo esto es, que por primera vez en mi vida todas las diversas religiones y creencias no chocan, por el contrario, se complementan, eso lo descubrí cuando estudié un diplomado de Poesía que comenzó a abrirme los ojos a lo que es nuestra historia, la que nuestro sistema de educación llama "mitología".
Pero así es, desde que nacemos ya está predeterminado en qué vamos a creer, Jesús, Buda, Alá, el padre sol y lo peor, se nos enseña a defender nuestra ideología como única. Y así es en todo, la libertad se condiciona a través de la mente, desde que nacimos fuimos absorbiendo la idea de cómo debemos ser y sobre todo delimita lo que seremos capaces de hacer. Nuestra mente determinará nuestros logros, como dice Henry Ford, "Tanto si piensas que puedes, o que no puedes, estás en lo cierto" nuestros miedos nos detienen de lograr nuestros sueños, y nuestro poder estará condicionado de cierta manera a lo que se nos ha dicho toda la vida que podemos hacer. Es mero sentido común, uno puede notar la diferencia en la personalidad y las capacidades que una persona desarrolla dependiendo del ambiente en que crece, si se es pobre, si se es rico, si se es amable, si se es grosero, si se es inteligente si toda la vida nos dijeron que somos unos pendejos.
Sin embargo, tengo buenas noticias, podemos romper esas reglas, podemos lograrlo TODO. Como dije, nuestra mente habla todo el tiempo, nos trae miedo, nos da inseguridad pero también, podemos aprender a entrenar a nuestra mente, para eso es la meditación, para mantenerte en el presente y poder enfocar a tu atención a lo que vives en el "ahora" en lugar de estar pensando en algo que harás o en algo que hiciste. Entre las cosas más valiosas e importantes que deja la meditación es el aprender a observar el mundo y las personas SIN juicio, como un científico observando a través de su microscopio.
Escuchar u observar a alguien con consciencia y sin juicio es una cosa, hacer conclusiones y suposiciones sobre lo que dicen, eso es "pensar" y ya sé que nos dijeron que como seres humanos "racionales" nuestra mayor cualidad es la de pensar, pero eso no es del todo cierto. Porque nuestros pensamientos y suposiciones están basados en nuestras vivencias y "conocimientos". Los niños por ejemplo no "piensan" más bien actúan, fluyen disfrutan, no juzgan. Como decía Jesús, "Dejad a los niños, y no les impidáis que vengan a mí, porque de los que son como éstos es el reino de los cielos.."
Lamentablemente, poco dura nuestra inocencia, pronto los adultos nos "educan" y nos dicen cómo debemos ser, qué está bien, qué está mal. Aprendemos a criticar, a juzgar y de hecho también a odiar, sobre todo, con sus comportamientos malsanos que van en contra de nuestra naturaleza, nos dejan heridas que será necesario sanar. Algo muy interesante que entendí hace tiempo es algo que Carl Jung llama nuestra "sombra" y es la oscuridad que existe en nosotros para sanar y emitir mucha luz. Nuestra sombra son todas nuestras debilidades, nuestras emociones negativas que no podemos controlar, nuestro ego que toma el poder y nos hace creer que tenemos la razón.
Detectar nuestra sombra es sencillo y es que los seres humanos funcionamos como espejos, todos a nuestro alrededor forman parte de la realidad que nosotros maquilamos. Lo que hay afuera es una proyección de lo que hay dentro. Noté por ejemplo que cuando criticaba a personas, cosas de las que los acusaba, eran cosas mías para sanar. El juicio siempre será emitido de acuerdo a lo que tenemos dentro de nosotros, como ese dicho sabio que dice "lo que Juan dice de Pedro, dice más de Juan que de Pedro". Es importante ponerle atención a esa sombra, poner atención a esos sentimientos y emociones como celos, envidia, enojo, que otras personas nos hacen sentir, porque precisamente ahí es donde radica lo que debemos sanar. Es muy difícil volverse consciente de eso, sobre todo porque vivimos a la defensiva.
Pero cuando se comienza a sanar, en lugar de ver cosas negativas, y encontrar personas malas, enojonas, envidiosas o presumidas comienzas a ver sólo luz y amor en todos, porque al final eso es lo que somos. Y entonces viene lo más bello, en tu vida te comienzas a rodear de personas mágicas que te ayudan y te enseñan muchísimo,empiezan a ocurrir milagros que vienen tras un disfraz de "coincidencia" y tus ojos se comienzan a abrir para ver cosas que nunca viste. Tu alma comienza a florecer, comienzas a vivir sin miedo porque comprendes que todo lo que ocurre alrededor está pasando para bien y entonces la vida cambia. Cualquier sueño puede volverse realidad. Es cuestión de creer en la fuerza interior, de convencernos a nosotros mismos de que podemos hacerlo TODO, que realmente, somos seres mágicos, un pequeño pedazo de Dios hechos a imagen y semejanza de él y con la misma posibilidad de hacer prodigios. Nuestro único gran enemigo es nuestra mente, nuestra mente que materializa afuera lo que tenemos adentro. Me recuerda a la película Matrix donde Morfeo dice "eres un esclavo Neo, naciste en cautiverio, naciste en una prisión que no puedes ni oler, ni saborear, ni tocar. Una prisión para tu mente..."
Ahora, debo decir que la "realidad" de lo que ocurre en nuestro mundo está construida por los "pensamientos colectivos". Podemos quejarnos de Enrique Peña Nieto, de Trump y de la Clinton, pero es necesario que seamos conscientes de que la existencia de personas como ellas siendo nuestros líderes, es sólo un reflejo de lo que tenemos dentro. Hasta hace poco tiempo yo también estaba buscando en las noticias para entender de la política y analizando cómo podría cambiar algo, ahora lo entiendo. Si deseo un mejor mundo a mi alrededor debo sanar mi interior y de paso ayudar a los que están alrededor de mí a hacerlo. Qué cierto el dicho de "si quieres cambiar el mundo comienza contigo mismo".
Así que adelante, por la salvación de la raza humana, porque ya hemos tocado fondo, vamos todos a despertar, a derrumbar la cárcel en la que nos tiene presos nuestra mente, a crear una nueva y hermosa realidad.

viernes, 23 de septiembre de 2016

Santa Cruz, California a 23 de Septiembre de 2016

Esta ciudad me tiene loca, la vida aquí es un viaje con continuos días intensos, de noches largas que aún no alcanzan para el discernimiento. Desde que llegué aquí no ha habido un día que no traiga una gran lección. Lo más maravilloso de Santa Cruz, son las personas que he encontrado, me gustaría que los conocieran a todos, que escucharan su historia, de esos personajes quiero hablar en este artículo. 

 Tengo un grupo de amigos muy especiales, son personas que viven en la calle, en el pueblo son conocidos como "homeless", no me gusta esa palabra, me parece difícil quitarle su sentido despectivo al usarla, pero en realidad podría ser también un cumplido, si no nos basamos en los estándares de lo que es bueno o malo en la sociedad. A Ricardo, por ejemplo, lo conocí hace varios años, somos colegas, ambos músicos callejeros, él canta con sus amigos. Ricardo habla muy bien español, su abuela era mexicana y le enseñó el idioma, pero él para el mundo es considerado "americano" o "americanito" como se autonombra. Es un excelente músico, parece ser él quién dirige al resto de la banda, todos le admiramos bastante, lleva 17 años viviendo en la calle según me dijeron, es un hombre muy alegre y carismático, él dice que entre menos necesitemos mejor.  Ricardo sabe mucho de astrología, me ha sorprendido todo lo que me ha explicado sobre mí, sobre mi familia y sobre lo que acontece en el mundo, es un hombre muy despierto, además practica kundalini yoga y es un ser humano que irradia luz a su alrededor.

Ricardo me presentó al resto de la banda, Cooper es el nombre de la vocalista, una mujer muy linda con una voz primorosa, ella fue enfermera por muchos años, me contó que ganaba más de 40 dólares la hora, tenía una linda casa y todo lo que "el sueño americano" envuelve, pero aún no era feliz, ella dice que sentía que algo no estaba bien, en su trabajo como enfermera, en su vida y en general la vida en los Estados Unidos así que cansada de todo eso renunció a su empleo, vendió su casa y comenzó a vivir en la calle, las obligaciones disminuyen inmensamente cuando no tienes renta, hipoteca o facturas por pagar, el estress casi desaparece cuando no tienes la responsabilidad de un trabajo de 40 horas a la semana y la alegría de tener todo el día para disfrutar y ser feliz llega con fuerza.

Cooper tiene ahora más de cinco años viviendo en la calle, sus ingresos son limitados pero su libertad desmedida, ahora todo lo que desea es hacer que el mundo comprenda sobre la esclavitud en la que vivimos, me contó que lleva los últimos cuatro años observando a la gente y escribiendo sus opiniones al respecto, analiza la forma en que el sistema funciona, las formas tan viles en que se burlan de nosotros. El sistema de "salud" con el que contamos que nos mata lentamente y a un precio muy alto. El sistema financiero que nos vuelve esclavos de deudas interminables por sentir la necesidad de poseer cosas que sólo llenarán vacíos de manera temporal. En general la idea de felicidad que nos inculcaron donde olvidamos lo que realmente necesitamos para vivir plenamente y nos creímos la farsa de que precisamos un sin fin de cosas inútiles. Admiro mucho a Cooper, por permitirse la libertad que para nosotros tiene un precio tan alto, un precio que pocos pueden pagar, el de soltar las cadenas de un sistema corrupto que parece estar en contra de la humanidad.

Laura es otra persona maravillosa, ella no me ha dicho por cuánto tiempo ha estado viviendo en las calles pero sí me ha contado del acoso terrible que sufre de parte de la policía o los "rangers" como les llaman aquí. También me ha mostrado sus pies lastimados porque por su sobre peso, caminar por largo rato la lastima y con el frío, su piel se ha resecado a tal grado que se han formado grietas. Sin embargo ella es muy feliz, camina todos los días por el centro de Santa Cruz cantando y haciendo bromas para dar un poco de alegría a todos los que se encuentra.

En la banda también toca Mark, él es un ángel, lo vi en su mirada desde la primera vez que sus ojos miraron a los míos, es un ser cargado de ternura. Mark toca la mandolina, es otro excelente artista, cuando le pregunté si podría enseñarme a tocar de inmediato aceptó, ha estado en mi casa varias veces y hasta me regaló una mandolina que tenía que no ha usado por mucho tiempo. Imagínense, mi amigo sin hogar me hace el regalo más preciado que me podría dar cualquier otra persona millonaria. Me hizo recordar que las cosas que más valoro en mi vida han llegado sin que las pida, como un presente divino que a veces no estoy segura de merecer.


Y estos son sólo algunos de los maravillosos personajes que me he encontrado en las calles de Santa Cruz, me alegra haberme acercado a ellos sin prejuicios y convertirme en una amiga sincera. Cada uno de ellos ha aportado valiosos mensajes y estoy por eso orgullosa de poder contarles un poco de su historia. Sólo me gustaría terminar diciéndoles que olviden todas esas etiquetas que ponemos al encontrarnos con personas, que no existan ricos, pobres, nacos, fresas, chivistas, americanistas, pordioseros o millonarios, que nuestros ojos vean sólo humanos y nos acerquemos unos a otros con amor y con respeto, para poder apreciar y aprovechar lo que cada bello ser humano tiene para ofrecer. 

martes, 13 de septiembre de 2016

Libertad sexual, libertad emocional.

El pasado sábado en mi país, hubo una marcha para tratar de impedir que se apruebe una ley que permitiría a personas del mismo sexo casarse, formar una familia. Declaran que una familia deber ser conformada por un varón y una mujer.  Es difícil aguantarse de opinar de este tema, y pues como de manifestaciones se trata pues pienso que yo también tengo "derecho" a expresarme.

Vivimos en un mundo de divisiones, no sé por qué ni a quién se le ocurrió dividirnos de tantas maneras: hombres-mujeres, niños-adultos-ancianos, ricos pobres, gringos-mexicanos-africanos, católicos-musulmanes-ateos, heterosexuales-homosexuales-transexuales-pansexuales-intersexuales y un larguísimo etc.  Lo perjudicial viene cuando existe alguien que por alguna razón, se considera superior a otro y más aún, le forza a aceptar inferioridad.

En este caso,  es un grupo de personas que piensan, que porque una persona disfruta de su sexualidad de manera distinta a ellos, no merece contar con ciertos derechos. Pero, ¿qué los llevó a tener ese pensamiento? En realidad es un nudo asqueroso de paradigmas en serie por desenmarañar que casi podría vomitar. Creo que todo comienza desde algo tan simple como el negarnos lo que sentimos, negarnos a una gran variedad de sensaciones placenteras porque nos dijeron que estaba "mal" experimentarlas.

Voy a tener que dar un ejemplo que pareciera no tener relación, pero la tiene y es que sólo reflexionen en cuán "impúdica" "obscena"  y hasta "sucia" puede ser la masturbación. No sé de dónde se nos ocurrió que eso era algo hasta ofensivo, díganme, ¿cómo se sintieron cuando notaron que era rico tocarse pero les dijeron que estaba mal? ¿quién no se avergonzó horriblemente por haber sido encontrado por sus padres masturbándose? y papás ¿por qué les incomodó tanto ver a sus hijos tocarse? ¿por qué de hecho en cuanto se nos ocurrió poner nuestra manita en nuestras partes nos dijeron que ¡no debíamos acariciarnos! ¿Por qué? Nadie me puede explicar, simplemente crecimos "asumiendo" que era incorrecto. Muchos niños se tocaron con otros niños y niñas con otras niñas pero esos son secretos que uno cargó y procuró olvidar, sobre todo porque cuando creciste te convencieron de que sólo puedes permitir dar y recibir placer con cierto grupo de individuos y tú te olvidaste de preguntar ¡¿por qué?!

Me gustaría que todos cerráramos los ojos por unos minutos e imagináramos una mano tocándonos, una mano que con mucha dulzura y con mucha delicadeza recorre nuestro cuerpo, toca nuestro cuello, nos acaricia la oreja, suspira en ella, luego pasa a tocar nuestro pecho, nuestro abdomen y llega hasta nuestros genitales y los frota suavemente. Ahora, abres los ojos y te das cuenta de que quién te estaba tocando es una persona de tu mismo sexo, ¿Te sentirás incómodo, sentirás aversión o quizás culpa? ¿porque si aceptaras que esa mano te hizo sentir bien, estarías aceptando que una persona de tu mismo sexo podría de hecho hacerte sentir placer? ¿en qué te convierte eso?

Quien al abrir los ojos se sintió culpable por ver que una persona de su mismo sexo le tocó y le hizo sentir bien, sólo necesita aceptar que regalar placer al cuerpo no está "mal" para tí y no está "mal" para nadie. No podemos imponer barreras en esto, no en lo más sagrado que tenemos como seres humanos, la sexualidad. La energía sexual es algo tan hermoso que todos nos merecemos disfrutar. El amor es lo que mueve este mundo, la sexualidad es obviamente una base primordial en el amor de pareja, permitir que nos limiten de maneras tan brutales en esos aspectos es según yo lo que provoca caos en el mundo.

Para mí es estúpido que se esté discutiendo cuál ser humano con intenciones de formar una familia merece protección de la sociedad y el Estado. Cuestionar la aceptación de una familia de sólo mujeres o sólo hombres es tan estúpido como cuestionar si una mexicana y un ruso podrían casarse, es como cuestionar si un viejo puede hacer familia con una jovencita, o si una muchacha pobre puede matrimoniarse con un hombre de una familia rica. Todos somos humanos, parece que olvidamos que en realidad NO HAY diferencias entre nosotros, todos somos almas unidas entre sí, sin importar el cuerpo en el que estemos, y somos capaces de simplemente amarnos unos a otros, de disfrutarnos unos a otros, pero nos dijeron que tantas cosas estaban "mal" que nos llenamos de temor por lo que sentimos y eso nos hace derramar odio.

La unión entre personas es lo que cuenta. Sí, los genitales existen para que se pueda procrear pero no podemos negar que nuestros cuerpos están diseñados para disfrutar a un ser del sexo opuesto y también del mismo sexo. Porque cuando cierro mis ojos y simplemente siento y disfruto de quién toca mi piel entonces no hay hombre, mujer, lesbiana, transexual, joven, viejo, rico, pobre, yo simplemente disfruto de la cercanía con otro ser humano. Y algo muy importante que dice mi gurú César, "la maternidad no es una cualidad inherente a la mujer si no de lo femenino", nunca olvidemos que dentro de todos existe un lado femenino y un lado masculino, por lo tanto, no hay ser humano que se pueda excluir de la posibilidad de amar, de tener una familia y de contar con derechos ante la sociedad.

Por mi parte, estoy cansada de aceptar tanta incoherencia para encajar en esta sociedad que se falta al respeto tantas veces y de tantas maneras, Enric Corbera dice "la salud es coherencia entre lo que pienso, lo que siento y lo que hago" me hace entender bastante de por qué mi sociedad está tan enferma. Cada vez veo menos familias unidas y me parece que la causa principal son esas limitantes que nos impusieron sobre cómo y a quién amar. Esas terribles limitantes, se convierten en paradigmas y prejuicios y lamentablemente esto genera un odio o simplemente un rechazo a lo que nos dijeron que no es socialmente correcto.

Acutalmente vivo en Santa Cruz, Califonia y una actividad que a mi pareja y a mí nos gusta frecuentar  es el "Ecstatic dance". Seres humanos se unen para disfrutar de la danza, del cuerpo, del placer de acercarse a otros. Al bailar, las barreras limitantes del amor se desvanecen, el placer se convierte en un regalo que se ofrece sin recato, con la dulzura y la naturalidad con la que debería ser visto. Sin temor, nos permitimos admitir lo bien que se siente la cercanía entre seres humanos, sin que influya la edad, la nacionalidad, el sexo o la preferencia sexual y ¿saben? Nunca estuve en un ambiente de mayor paz, de mayor armonía y de mayor plenitud. Porque al eliminar las divisiones que nos impusieron, todos nos convertimos en uno para crecer en amor.

Nos hace falta encontrarnos unos a otros y primeramente observar nuestro espíritu, lo que cargamos dentro, seducir a nuestras almas. Luego de eso, identificar la energía sexual que nos atrae de la persona, puede ser su lado femenino o su lado masculino el que nos enamora, y finalmente permitirnos el placer de estar con esa persona con lo que es, mujer o hombre. Todos los seres humanos somos mitad hombre y mitad mujer sólo nos falta aceptar y vanagloriar a ambos en nosotros y en los demás.

El mundo entero necesita hacer un círculo gigante y bailar, sentir esa paz  que sólo llega cuando nos permitimos unos a otros SER y eliminamos de una vez la creencia de sentirnos superiores a otros por ser diferentes, cuando todos somos uno en diferentes expresiones.

De cualquier manera, estoy contenta, el cambio ya está ocurriendo, les cuento que viene toda una revolución de amor, yo misma ya me preparo para la batalla con armas cargadas de verdad, de identidad, de honestidad, de simple congruencia a nosotros mismos, y contra eso nadie va a poder, porque recordar lo que realmente somos nos devolverá nuestra verdadera identidad y así se harán los cambios, con pura musica y baile, con puro amor y paz.

Bendiciones para todos, a sanar los temores, a sanar las culpas, a admitir lo que sentimos a disfrutarnos sin miedos.




martes, 6 de septiembre de 2016

Diosas mujeres

Qué bello esto de ser mujer, descubrirme a mí misma y adorarme en todos los aspectos.
Encontrar cada día un poco más de lo que realmente soy me ha llevado a reflexionar en por qué la magia femenina ha estado oculta por tanto tiempo. Quizás más de alguna de ustedes me entienda:

A pocos días de haber nacido, perforaron mis orejas y me pusieron aretes, "para que me viera más bonita", cuando yo era un pequeño pedazo de perfección recién bajado del cielo. Toleré el dolor porque era fuerte desde entonces, lloré un poco pero estuve bien, con eso estuve lista para ser mujer.
Como niña, me frustré muchas veces por la cantidad de actividades que por no ser varón, no podría realizar. Noté que a mí se me daban "cuidados especiales" por ser niña, pues era mucho más vulnerable según mis padres.
Cuando entré a la secundaria me llegó la menstruación, me dijeron que no le contara a nadie, como si fuera algo de lo que tuviera que avergonzarme, mancharme con mi sangre se convirtió en uno de mis mayores miedos y vergüenzas. Tener mi periodo se convirtió en una molestia, me hacían sentir sucia por estar sangrando por mi vagina.

En la adolescencia solo empeoraron las cosas, cuando mis hormonas me imploraron comenzar a explorar mi sexualidad se me advirtió que permitir a un hombre que tocara mi cuerpo era "incorrecto". Cualquier tipo de contacto sexual (sin siquiera referirme a coito), era impúdico; los roces, besos y abrazos que se sentían tan bien, debía evitarlos, de otra manera mi valor de mujer disminuiría, pareciera chiste, pero escuché a varios hombres y mujeres decir, "date a desear para que te quieran más", entonces "para que me quisieran más" tenía que sacrificar mis propios deseos. Bajo esas mismas premisas y con los miedos y culpas que a esa corta edad ya me habían infundado, esperé lo más posible para perder mi virginidad, creyendo que eso también me daría valor como mujer, ilusa.

Cuando me torné adulta procuré hacerme la difícil cada que conocía a un hombre, negándome una vez más a mí misma el placer de disfrutar mi sexualidad con plenitud, sobre todo porque el mensaje de mi sociedad era que, entre más libre en mi sexualidad, más posibilidades tenía de ser llamada "puta". Pronto odié esa palabra. Luego entendí que no habría manera de encontrar una palabra positiva para nombrar la situación sentimental de una dama. Un hombre que se acuesta con muchas mujeres es un galán, mientras la mujer es una fácil, un hombre que se queda soltero a edad avanzada es un "soltero codiciado", una mujer es una "quedada" y se le suele considerar también "desesperada".

Me di cuenta también que por el hecho de ser mujer se me adjudicaban cada vez nuevas obligaciones, por ejemplo, sobre-cuidar mi apariencia, más aún, ser perfecta, se me avisaron de las medidas que tenía que tener mi cuerpo y cada cierto tiempo se me actualizó en cómo tenía que verse mi cabello y mi cara, toda una inversión de tiempo y de dinero para ser considerada atractiva, mientras que los hombres necesitaban sólo bañarse y estaban listos para cortejarme.


Y lo peor, cuando quise hablar de todo esto con mis amigas fue difícil, las mujeres somos uno de los grupos a los que más se les ha inculcado la división, los sentimientos negativos entre nosotras. La competencia y la crítica entre mujeres es una práctica cotidiana. Desde niñas escuchamos a mujeres adultas, jóvenes y niñas hacer comentarios negativos sobre otras mujeres. Entonces aprendí a sentir envidia y sobre todo comencé a sentir desconfianza; a sentirme observada y juzgada por el único grupo de personas que más bien tenía que comprenderme.

Finalmente, me cansé y todo eso que desde tan pequeña me enseñaron, decidí desecharlo. Hoy comprendo por fin que soy mágica, que soy hermosa y perfecta desde el principio y hasta el final de mis días. Que puedo ser hacer todo lo que desee y me haga feliz. Que soy una criatura sexual y que mi fogosidad simplemente me agrega encanto, dar rienda suelta a mis deseos no tiene por qué disminuir mi valor de mujer.
Ahora veo que mi cuerpo es mi territorio y me doy cuenta de la falta que me hacía bailar, permitir a mi caderas liberarse, desnudarme, venerar mi cuerpo, mostrarlo con orgullo siempre, y no sentirme una puta por hacerlo, que de hecho esa palabra tiene una connotación de temores estúpidos, de límites que atentan contra mi plenitud como mujer y como persona.
Que la sangre que menstruo cada mes no es algo sucio, sino algo sagrado. Que esa sangre es la vida misma que no se dio pero que aún se me entrega. Que en esos días tengo una energía especial que debo aprender a aprovechar. Que no debo de sentirme vulnerable por ser mujer sino más bien asumir el poder que se me otorgó como Diosa que soy. Al nacer mujer se me entregó algo sacro y quizás no lo había entendido, pero soy capaz de hacer prodigios, de curar el mal más temido, soy medicina pura.

Por último, pido una disculpa a las mujeres que alguna vez critiqué y juzgué, estoy en un proceso de valoración no sólo de mi misma sino de la feminidad en sí, no es cosa fácil hacer una limpieza de toda la porquería que el sistema patriarcal nos inculcó desde siempre, pero desear cambiarlo es el primer paso. Amor para todas las mujeres y para todos los hombres en su lado femenino, la palabra puta y puto ya han dañado lo suficiente como para que sea hora de eliminarlas de nuestro vocabulario.

Amor y bendiciones para todos y todas, la dualidad está a punto de terminar.