lunes, 31 de octubre de 2016

Reflexiones de viaje.

Siempre lo digo, para mí viajar es lo más transformador que existe, esa es la razón por la cual escribí un libro de crónica de viajes. Un texto que describe con situaciones, experiencias y otros detalles ese proceso de cambio en mi ser del que hablo.

Entre las cosas que más me fastidian, hay siempre un común denominador en todos los países, la desigualdad económica extrema. Cada que la percibo, se encaja en mí con más violencia, con más molestia, siempre me representa un golpe emocional duro. Lo recuerdo en Brasil, con sus favelas por un lado y sus barrios millonarios en el otro. En Estados Unidos, con los indigentes que me encontraba en las calles recogiendo las sobras de los ricos.

Pero esta vez estando en Bombay, la ciudad más poblada de la India. Salgo del aeropuerto para subir a un taxi que una vez más me irá llevando a recorrer los caminos de la desigualdad, primero observando sus lujosos edificios para terminar llegando a los arrabales de la ciudad donde la gente vive en la enfermedad, donde las ratas comparten hogar con los ciudadanos, donde el drenaje no corre por tuberías hasta el mar, sino que se queda corriendo por el barrio para perfumar el ambiente.

Huele a miedo, a zozobra, la gente camina impaciente, los pitos de los carros retumban sin parar. Los puestos de comida “barata” para mí como turista, es aún impagable para un nacional.  Sobre todo observo a la gente, con sus miradas llenas de apuro, como si tuvieran que llegar a un lugar pero están seguros de que no alcanzarán, todos emergidos en su lucha constante por pagar una vida que parece cada vez más costosa, una vida que implica siempre más trabajo y menos felicidad.

Pero luego me encuentro con los niños, esos de inmutable alegría, los que no se quejan, los que siempre sonríen. Sus mentes no juzgan como la mía, lo que es bueno, lo que es malo, su felicidad viene desde muy adentro y difícilmente algo de afuera puede cambiarlo. Después de todo, ellos qué saben de lo que ni han conocido, de lo que sería vivir en una casa con un corral gigante donde puedes revolcarte en el pasto, la sucia calle con un poco de imaginación se convierte en un mágico cuarto de juegos.

 Pero luego observo a mi hija, sus reacciones que dicen tanto.  Un año y cinco meses y pienso que ha visto demasiado, hace unos meses salió de la tranquilidad de su pueblito natal para llegar a conocer el país “rico” EUA, pero ahora recorre la pobreza de estos otros países. Me sorprende cómo parece analizar, cómo apunta con su dedito y me expresa palabras que yo aun no comprendo. Esta mañana la sorprendí observando a una viejecita pidiendo limosna afuera de una mezquita, cuando le pregunté qué veía, me miró con sus grandes y profundos ojos negros y recostó su cabecita sobre mi regazo, desearía saber qué pasa por su cabecita.

Después de todos estos pensamientos, me quedo mejor con la imagen de esta mañana; un grupo de niños con una gran bocina bailando y cantando, sonrientes, felices. Ellos no ven la basura alrededor, ni perciben el olor del drenaje, ellos mueven sus cuerpos al ritmo de la música y sueñan. En sus caritas veo la felicidad que le falta al más rico del mundo. Ojalá nunca creciéramos, ojalá nuestras mentes quedaran puras para siempre, libres de juicios, libres de miedos, libres de resentimientos. Vamos todos a recuperar nuestra verdadera identidad, nuestra verdadera esencia, insisto, meditación es la clave.


Saludos desde Shankar Prasad Foundation, en Gokarna, somos afortunados de haber llegado a este pequeño paraíso a hacer prácticas espirituales, acabo de tomar la primer clase de Yoga Nidra, no sé si me quedé dormida o si me perdí en un tren de pensamientos, pero qué importa, vamos poco a poco a entrenar a nuestras mentes. Como dice la maestra, “el yoga no es para huir de la vida, sino para correr dentro de la vida con completa conciencia, total convicción y confianza siendo lo que realmente somos.”

lunes, 24 de octubre de 2016

Mujer mágica


Y siguiendo con este encuentro de mujeres empoderadas que luchan por transformar el mundo me encontré con alguien muy especial que se ganó toda mi admiración.

Karambu Ringuera es su nombre, una de esas almas favoritas de Dios enviadas a esta tierra con propósitos de gran importancia.  Tuve la fortuna de encontrarla en la cumbre de Paz, desde el principio me sorprendió  con su porte, su personalidad recia, al escucharla hablar, supe bien que era un ser evolucionado.

Karambu estudiaba en los Estados Unidos y en una visita a Kenia se encontró con siete mujeres que en ese año habían quedado viudas, además eran todas portadoras del virus del sida. Se acercaron a ella y le pidieron ayuda, no tenían dinero para mandar a sus hijos a la escuela. Ella les dijo "yo no te puedo ayudar, pero te voy a decir como puedes ayudarte tú misma"   Las mujeres tenían miedo a morir y ellas solo deseaban que sus hijos tuvieran la oportunidad de estudiar, Karambu les dijo, "voy a hacer lo que pueda, pero las necesito fuertes para ayudarme a construir un hogar para sus hijos"

Consiguió que el gobierno donara unas tierras para comenzar una fundación que llamó Peace Initiative Foundation, ciertamente, que mejor manera de traer paz al mundo que ayudando a transformar las vidas de las personas para vivir mejor. Ella cuenta "me entregaron un terreno muy irregular lleno de rocas, nadie creía que podríamos hacer algo con eso, pero yo no veía rocas, yo veía el hogar para los niños."

El orfanato tiene ahora casi treinta niños que viven en una casa hermosa donde se les provee alimento todos los días y tienen acceso a educación. Ahí mismo tienen lo que llaman "ecocenter" donde crecen su propia comida, crían animales para sus alimentos y los excedentes los venden para obtener recursos para la fundación

Lo mejor de todo es que cultivan orgánico, Karambu dice "quiero tener control sobre las semillas que crecemos, controlar los fertilizantes que usamos, producir lo nuestro." Además tienen un jardín de plantas medicinales muy variado, me parece increíble que sea un proyecto tan completo en todos los aspectos. Por si todo esto fuera poco, también cuenta con talleres donde mujeres con necesidad económica encuentran un empleo, hay talleres de costura y de joyería. Karambu declara, "yo no ayudo a la gente, yo camino con ellas. Yo las ayudo a empoderarse, les damos herramientas para que puedan ser independientes, para que no me necesiten y puedan ellas solas cumplir sus deseos."

Por si todo esto fuera poco, también construyen por su cuenta, sus palabras son "nosotros construimos nuestras propias casas, yo quiero que las mujeres que nunca han podido tener un hogar vean cómo ellas mismas pueden construirlo. El plan ahora es construir un centro de conferencias y un lugar para hacer retiros de meditación, mi corazón me indica que es posible, igual sentí cuando comencé con todo esto."

Yo lo sé perfectamente, si Karambu me dijera que planea poner un centro de meditación en la luna yo le creería, no creo que haya nada que esta mujer no pueda volver realidad.  

Y finalmente con mucha humildad me recalca "yo no hago nada Marcela, Dios lo hace a través de mí, si yo desapareciera, Dios encontraría la manera de seguir este plan, porque este lugar es para todos, quiero que sea un lugar donde personas de todo el mundo vengan a encontrar sanación. Los humanos podemos hacer todo lo que deseemos, solo necesitamos crear un plan, no se necesita dinero, se necesita fe y entrega."


Sus palabras son tan fuertes para mi, se impregnan en mi corazón y se convierten en maravillosa inspiración. Concluyo que yo no vine a Kenia a la cumbre de paz a dar un discurso. Mi verdadero propósito acá era conocer a Karambu, escucharla hablar, ver lo que hasta ahora ha logrado con su dedicación y amor por el prójimo. Como si alguien me conectara con ella para mostrarme algo, para darme la certeza de lo que yo misma puedo crear, porque finalmente FE es lo que tengo y estoy convencida de las grandes cosas que podemos lograr cuando nuestra intención es mejorar nuestro mundo.

Les comparto fotografías.


Lo que alguna vez fue un terreno rocoso es hoy un hermoso hogar para estos niños



Su huerto

Algunos de los chamacos

Artemisa y yo al lado de Karambu.
Tenia que asegurar una foto con la futura ganadora del premio nobel de la paz.






lunes, 17 de octubre de 2016

Cumbre de Paz de África

Esta vez escribo desde Nairobi, Kenia. Estoy en la Cumbre de Paz de África, que reúne personas de todo el mundo para discutir sobre sobre propuestas para alcanzar la paz.

Estoy muy agradecida con Peace Revolution por permitirme formar parte de los seleccionados para participar. Estar aquí como Mujer y madre aún amamantando a su bebé  es para mí considerado un gran logro, no mío, sino de nuestro mundo, de nuestra sociedad. Venir con un discurso a hablar sobre un tema casi "tabú" que nos obliga a aceptar verdades inviolables de la medicina oficial y a proponer la meditación como herramienta básica para el cambio a nuestro planeta pudiera parecer fantasioso, Precisamente pienso que es ahí donde podemos ir fincando las bases de la verdadera libertad, en un espacio donde se puede hablar sin censura de temas de los que no se nos ha ocultado tanta información.

Con mucho cariño, he traducido el discurso base de lo que hablé, aquí les dejo:

Todo comienza cuando comencé a estudiar sobre "Métodos alternativos de curación". Empecé estudiando con chamán de mi región, quería que me enseñara sobre el uso de plantas en la medicina. Lo primero que el me dijo fue "solamente podemos curar a las personas que tengan el real deseo de sanarse, no solo los síntomas físicos, sino del corazón". Yo no entendía lo que quería decirme en ese momento.

Mientras estaba estudiando con él, comencé también un programa de estudio de meditación. Me tomó tiempo entender los efectos de la meditación. La vida cotidiana comienza a verse de manera distinta, si nuestra atención está enfocada en el presente, los pensamientos que corrompen nuestra tranquilidad como ansiedad, tristeza o enojo son vistos de una manera más clara, nos damos cuenta de que no somos esos sentimientos. Todos ellos vienen del temor y el "temor" viene porque perdemos contacto con nosotros mismos. Y déjenme decirles que son precisamente esos pensamientos los que delimitan nuestros deseos. Así que de alguna manera, comencé a entrenar mi mente para que fuera mi cómplice y cosas grandiosas comenzaron a pasar. Albert Einstein dijo "Hay sólo dos maneras de ver la vida, una es como si nada fuera un milagro. La otra es como si todo fuera un milagro".

En uno de esos "milagros" encontré la posibilidad de estudiar sobre "Decodificación Neurobiológica" un sistema que nos presenta una nueva respuesta a las enfermedades, una explicación que rompe con el pensamiento de dualidad cuerpo-mente. La información se basa en tradiciones de todo el mundo, mera sabiduría ancestral. Y establecida en una perspectiva científica de lo que el cerebro representa. La psique es la principal causa de las enfermedades. Eso significa, que lo que pensamos, la manera en que vemos el mundo y lo que nosotros percibimos como realidad está totalmente relacionado con la causa de las enfermedades. ¿Por qué? La respuesta está en la manera en la que funciona nuestro cerebro, el cerebro genera la comunicación necesaria entre 53 millones de células en cada órgano del el cuerpo para lograr que funcionen en unidad. Es como una gran antena que procesa información para continuar la vida. Por lo tanto, si hay algún cambio en nuestro ambiente, la vida, a través de su órgano de comunicación, (el cerebro), construye respuestas de "adaptación" Y es ahí precisamente cuando "la manera en que percibimos el mundo" influye.

Recordemos que en los últimos cinco mil años hemos construido una manera de ver el mundo y, lamentablemente, hemos lidiado con todo esto de una manera que va en contra de la lógica de vida.
La subyugación de la mujer por ejemplo, algo completamente opuesto a la lógica de los mamíferos. Si una mujer enfrenta violencia de parte de su pareja pero por cuestiones culturales no puede alejarse de esa situación, el cerebro tendrá que responder pues esto será considerado un ataque y la manera en que los mamíferos se protegen es segregando hormonas, una hembra amamantando incrementaría el tamaño de sus glándulas mamarias puesto que son éstas las que producen esas hormonas.  Esa respuesta del cerebro sería diagnosticado por la medicina oficial como cáncer de mama lo cual es un gran error, tomar como un fallo esta respuesta de nuestro cerebro que simplemente funciona de acuerdo a la lógica de vida intentando salvar la especie. Esto pone claro lo que decía Carl Jung "La enfermedad es el esfuerzo de la naturaleza para sanar al hombre"

Si quieren entender más sobre esto, pueden leer las "Cinco leyes biológicas de la Nueva Medicina" presentadas por el doctor Ryke Geerd Hamer, como él explica "estas leyes aplican en igual medida a seres humanos, animales y plantas, aún criaturas con una sola célula, de hecho aplican para todo el cosmos" También dice él mismo que "las enfermedades tal y como las conocemos hasta ahora, no existen pues son más bien Programas Biológicos Especiales de la Naturaleza"

Lo más bello es que todo comienza al fin a tener sentido, comprendemos a nuestro cuerpo que es perfecto y que nunca comete errores, comprendiendo de verdad lo que ocurre, podemos ver la manera más eficaz de sanar.  No como con la medicina oficial, donde nos recetan medicamentos para acabar con síntomas, aún desconociendo los motivos reales de los mismos y trayendo muchas veces efectos secundarios que más tarde traerán la necesidad de consumir más medicamentos dañinos para convertirnos en clientes frecuentes de la farmacéutica, fructífera productora económica de los poderosos. La más grande burla, matarnos de una manera tan costosa y vulgar.


Después de comprender todo esto, entendí del impacto que nuestras mentes tienen en nuestras vidas. Mi profesora de meditación Carla Brenan quién ha meditado por más de 30 años dice "la meta de la meditación es des-cubrir los juicios y emociones que nos mantienen inconscientes y que ocultan nuestra expresión más auténtica. La meditación nos ayuda a alinearnos con nuestra esencia y el "trasfondo" de nuestros pensamientos y dramas cotidianos. En lugar de eso, comenzamos a vernos con discernimiento"

Por lo tanto, yo sé que puedo aprender sobre miles de plantas que curarán males, pero la realidad es que la personas más bien necesitan sanar el conflicto en su mente, teniendo un juicio neutral y lo más importante siendo coherente con uno mismo, con la lógica de vida. Como diría mi amigo chamán "si el paciente tiene el real deseo de sanar para siempre, necesitan resolver el conflicto emocional y la enfermedad desaparecerá por sí sola"  Es de hecho lo mismo que el padre de la medicina Hipócrates dijo " Cuando alguien desea la salud, es preciso preguntarle primero, si está dispuesto a suprimir las causas de la enfermedad, sólo así es posible ayudarlo"

Mi país es en este momento muy conocido por la violencia que se extiende hasta cada rincón, por la corrupción que existe de parte de los funcionarios públicos. Sin embargo es importante decir que todo esto es simplemente la proyección de nuestros pensamientos colectivos, lo que existe dentro de nosotros se refleja afuera, así que como dice el lema de Peace Revolution "Peace in, peace out".

Si lo que nosotros queremos para este planeta es PAZ, necesitamos ser conscientes de que únciamente podremos alcanzarla cuando los humanos sanemos no sólo nuestros cuerpos, sino nuestras mentes y como nuestra meta es sanar la tierra, tengo una pescripción general para el mundo, MEDITACIÓN, descubriremos las grandiosas cosas que podemos hacer como humanidad cuando actuamos desde nuestro centro, desde nuestro espíritu.

Gracias por leer con una mente y un corazón abiertos.

Agradecimiento espeial a Timothy Onyango por la invitación y a César Ponce por ayudarme con la información científica del discurso. Sobre todo, gracias universo por mostrarme el camino para cumplir mis propósitos.

sábado, 8 de octubre de 2016

Confiar en la incertidumbre.


Hasta hace unos meses estaba en mi pueblo El Limón, trabajando para una compañía gringa como intérprete. Me pagaban un salario mucho más alto que el promedio y muy bueno para vivir en el pueblo donde el costo de vida es tan bajo, gastaba quizás un 30% del salario para solventar gastos del hogar. Trabajaba desde casa, sólo de lunes a viernes por las mañanas, era muy cómodo. Sin embargo, muy pronto comencé a sentirme insatisfecha, me gustaba mi trabajo pero me sentía atorada en algo que no era realmente lo que deseaba hacer y aunque estaba muy agradecida con la empresa por haber podido trabajar durante mi embarazo y después de dar a luz sin tener que separarme de mi hija, también era consciente de que ya no quería trabajar para ellos, sin embargo, no tenía el valor de renunciar, cuando pensaba en hacerlo terminaba por posponerlo siempre pensando en "ahorrar un poco más".

A principios de mayo, tuve la oportunidad de ir a Cherán Michoacán a un festival de medicina alternativa. Planeaba estudiar sobre plantas, sobadas ó temazcales sin embargo al llegar ahí vi que se ofertaba un taller de "Decodificación Neurobiológica" desde que vi eso, supe que era el curso que tenía que tomar. Fue un fin de semana tan corto pero tan largo a la vez, recibí información tan loca pero a la vez tan exacta que sentí que encontré un sin fin de respuestas a cosas que nunca antes había comprendido. Cómo funciona mi mente y sobre todo, el poder que tiene en lo que concibo como mi mundo, o mi realidad.

Fue un fin de semana fuerte para mí, en la noche del sábado entré a un temazcal que me removió hasta lo más profundo de mi alma, los personajes que formaban parte de cada detalle eran los perfectos para que comprendiera cosas. En cuanto entré al temazcal mi cuerpo comenzó a purificarse de la manera en que siempre lo hace, llorando, sacando lo que debe salir. Lloré y oré pidiendo ayuda para comprender esos sentimientos que hasta el momento estaban matándome, los cantos de las personas a mi alrededor retumbaban con fuerza hasta lo más hondo de mi. Cuando terminó el temazcal me sentí como nueva, supe que venían cambios a mi vida.

Al regreso, luego de aquel fin de semana transformador llegué a casa y me encontré con un correo electrónico de mi empresa pidiendo que firmara mi renuncia, al parecer habían escuchado a mi bebé llorando y esa era una buena razón para despedirme. Lo tomé con mucha calma, supe para mis adentros que yo misma inconscientemente había implorado por el despido. La mayoría de la gente tiene mucho miedo al cambio, nos acostumbramos a una rutina que se convierte en nuestra "zona de confort" pero si algún detalle va a cambiar, inmediatamente se activan temores cuando ni siquiera sabemos lo que viene, solo "suponemos" y casi siempre suponemos algo negativo.  Yo no lo vi así, al contrario, pensé "muy bien, estoy oficialmente despedida, me pregunto qué es lo siguiente que tengo que hacer".

Días después le propuse a mi pareja ir a vivir en los Estado Unidos por un tiempo, en Santa Cruz específicamente, un pueblo que para mí había sido siempre muy especial y deseaba que mi pequeña familia experiementara la vida en esa ciudad tan espiritual y hippie a la vez.
Estando en Santa Cruz, recibí un correo electrónico avisándome que había sido seleccionada para participar en una Cumbre de Paz en Africa, mi propuesta era hablar sobre cómo la meditación podría ayudar para conseguir la paz mundial con bases científicas de neurociencia. Parecía "imposible" que tuviera la "suerte" de conectar con esas personas y eventos, pero así era, estaba pasando.

Comencé a buscar boletos, el viaje sería un poco más complicado pues no planeaba viajar sin mi familia así que los gastos serían mayores, sin embargo sentía la entera confianza de que podía ocurrir y recordando siempre que mi mente es la única que delimita mis deseos comencé a crear mi plan. Un plan ambicioso, busqué boletos para Kenia y para India. ¿Pero por qué India? Se me había metido a la cabeza porque si mi pasión es aprender sobre métodos alternativos de sanación, tenía que visitar aquel país, como si algo hubiera allá para mí, para nosotros.

Los boletos no eran baratos y luego vino otro inconveniente, India solicita visas para personas de cualquier país y lo peor, la visa no se podría solicitar hasta un mes antes del viaje. Si yo esperaba hasta entonces para comprar los boletos, el precio se incrementaría y sería difícil pagar, sin embargo yo sentía desde lo más profundo de mi corazón que así tenía que ser. Consulté con mi pareja y aceptó tirar la moneda al aire conmigo, comprar boletos sin tener visa y arriesgar una gran cantidad de dinero basándonos en lo que mi intuición me decía. Compramos boletos, la verdad no tengo idea de dónde salió dinero para pagarlos, no sé de dónde nos alcanzó para vivir en Santa Cruz, para ahorrar para el viaje y hasta para pasear, pero así fue.  Me queda claro que cuando algo tiene que ocurrir, y uno se enfoca en eso, alrededor de nosotros simplemente ocurre lo que es necesario para que funcione todo.

Hoy más que nunca me siento la confianza de que lo que sea que vaya ocurriendo en mi vida, acontece por una razón, y aunque a veces siento temor o hasta rabia por cosas que ocurren, siempre concluyo que todo ocurre por alguna razón. Empieza a tener sentido eso de "aprender a fluir con el universo" de dejar de intentar controlar lo que ocurre a mi alrededor, porque solamente me desgasto, me estreso, me angustio, dejo de disfrutar el presente y finalmente siempre ocurre lo que debe ocurrir. Lo más importante es dejar de etiquetar los acontecimientos como "buenos" o "malos".  Simplemente amar la tristeza tanto como amamos la alegría, amar la soledad tanto como amamos la compañía, comprender que la oscuridad debe existir para poder valorar la luz y creo que eso finalmente es VIVIR CON PLENITUD.

Y pues nada, ya estamos a una semana exactamente de partir, alcanzo a sentir un poquito de temor por el viaje, pero sobre todo tengo la confianza de que voy siguiendo el camino indicado. Estoy contenta porque voy a conocer dos nuevos continentes, esta vez al lado de mi familia. Estoy emocionada de presentar a mi hija otros mundos, otras culturas, otras personas, deseo que disfrute tanto como yo.  Estaremos quince días en Kenia y luego un mes en la India, después regresaremos a casa. Todo me emociona, vamos a ver qué se nos sale de las manos y qué ocurre completamente diferente a lo planeado, I am open, (no tengo otra opción).