Y siguiendo con este encuentro de mujeres empoderadas que luchan por transformar el mundo me encontré con alguien muy especial que se ganó toda mi admiración.
Karambu Ringuera es su nombre, una de esas almas favoritas de Dios enviadas a esta tierra con propósitos de gran importancia. Tuve la fortuna de encontrarla en la cumbre de Paz, desde el principio me sorprendió con su porte, su personalidad recia, al escucharla hablar, supe bien que era un ser evolucionado.
Karambu estudiaba en los Estados Unidos y en una visita a Kenia se encontró con siete mujeres que en ese año habían quedado viudas, además eran todas portadoras del virus del sida. Se acercaron a ella y le pidieron ayuda, no tenían dinero para mandar a sus hijos a la escuela. Ella les dijo "yo no te puedo ayudar, pero te voy a decir como puedes ayudarte tú misma" Las mujeres tenían miedo a morir y ellas solo deseaban que sus hijos tuvieran la oportunidad de estudiar, Karambu les dijo, "voy a hacer lo que pueda, pero las necesito fuertes para ayudarme a construir un hogar para sus hijos"
Consiguió que el gobierno donara unas tierras para comenzar una fundación que llamó Peace Initiative Foundation, ciertamente, que mejor manera de traer paz al mundo que ayudando a transformar las vidas de las personas para vivir mejor. Ella cuenta "me entregaron un terreno muy irregular lleno de rocas, nadie creía que podríamos hacer algo con eso, pero yo no veía rocas, yo veía el hogar para los niños."
El orfanato tiene ahora casi treinta niños que viven en una casa hermosa donde se les provee alimento todos los días y tienen acceso a educación. Ahí mismo tienen lo que llaman "ecocenter" donde crecen su propia comida, crían animales para sus alimentos y los excedentes los venden para obtener recursos para la fundación.
Lo mejor de todo es que cultivan orgánico, Karambu dice "quiero tener control sobre las semillas que crecemos, controlar los fertilizantes que usamos, producir lo nuestro." Además tienen un jardín de plantas medicinales muy variado, me parece increíble que sea un proyecto tan completo en todos los aspectos. Por si todo esto fuera poco, también cuenta con talleres donde mujeres con necesidad económica encuentran un empleo, hay talleres de costura y de joyería. Karambu declara, "yo no ayudo a la gente, yo camino con ellas. Yo las ayudo a empoderarse, les damos herramientas para que puedan ser independientes, para que no me necesiten y puedan ellas solas cumplir sus deseos."
Por si todo esto fuera poco, también construyen por su cuenta, sus palabras son "nosotros construimos nuestras propias casas, yo quiero que las mujeres que nunca han podido tener un hogar vean cómo ellas mismas pueden construirlo. El plan ahora es construir un centro de conferencias y un lugar para hacer retiros de meditación, mi corazón me indica que es posible, igual sentí cuando comencé con todo esto."
Yo lo sé perfectamente, si Karambu me dijera que planea poner un centro de meditación en la luna yo le creería, no creo que haya nada que esta mujer no pueda volver realidad.
Y finalmente con mucha humildad me recalca "yo no hago nada Marcela, Dios lo hace a través de mí, si yo desapareciera, Dios encontraría la manera de seguir este plan, porque este lugar es para todos, quiero que sea un lugar donde personas de todo el mundo vengan a encontrar sanación. Los humanos podemos hacer todo lo que deseemos, solo necesitamos crear un plan, no se necesita dinero, se necesita fe y entrega."
Sus palabras son tan fuertes para mi, se impregnan en mi corazón y se convierten en maravillosa inspiración. Concluyo que yo no vine a Kenia a la cumbre de paz a dar un discurso. Mi verdadero propósito acá era conocer a Karambu, escucharla hablar, ver lo que hasta ahora ha logrado con su dedicación y amor por el prójimo. Como si alguien me conectara con ella para mostrarme algo, para darme la certeza de lo que yo misma puedo crear, porque finalmente FE es lo que tengo y estoy convencida de las grandes cosas que podemos lograr cuando nuestra intención es mejorar nuestro mundo.
Les comparto fotografías.
Lo que alguna vez fue un terreno rocoso es hoy un hermoso hogar para estos niños
Les comparto fotografías.
Lo que alguna vez fue un terreno rocoso es hoy un hermoso hogar para estos niños
Su huerto
Algunos de los chamacos
Artemisa y yo al lado de Karambu.
Tenia que asegurar una foto con la futura ganadora del premio nobel de la paz.
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